LOS CAMINOS DE CARLOS CASARES.
La exposición recoge 40 fotografías de Xurxo Lobato inspiradas en textos de Carlos Casares sobre el Camino de Santiago y, de modo más amplio, sobre la experiencia del viaje. La exposición, que forma parte del programa "O Teu Xacobeo" de la Xunta de Galicia, rercorrerá cinco ayuntamientos gallegos del Camino de Santiago, en su segunda itinerancia, para goce de peregrinos, turistas y ciudadanía en general.
La Fundación Carlos Casares participa en el proyecto europeo Erasmus+ ALLURE ( Alfabetización Liberadora: Accesibilidad Universal en Recursos culturales para la Educación permanente), con el fin de otorgar una mayor accesibilidad a sus actividades culturales.
Enlace: Folleto de la exposición / Cartel genérico de la exposición.
Enlace: Twitter "Os Camiños de Carlos Casares".
ITINERANCIA DE 2022.
1) AYUNTAMIENTO DE MAZARICOS (22 a 30 de agosto de 2022).
La villa de Mazaricos, situada en la comarca del Xallas (A Coruña), se encuadra en el Camino de Fisterra, cerca ya del mar e del final del destino de quien quiere concluir su periplo jacobeo en el océano Atlántico. En la zona abundan elementos megalíticos (como los túmulos de Eirón, el dolmen de Parxubeira y la necrópolis de Monte de Embaixo). Tanto si haces el Camino como si eres un visitante ocasional, no olvides parar por la capilla de Santa Leocadia. Además de un buen lugar para el descanso y la contemplación, su atrio circular sirve también de antesala de la cascada de igual nombre.
Lugar: Casa de la Cultura de Mazaricos (Rúa Castelao, 1).
Fechas y horario: Del 22 al 30 de agosto de 2022, de martes a sábado de 9 a 14 horas. Domingo de 17 a 22 horas.
Enlace: Cartel anunciador.
Enlace: Documento PDF accesible utilizando la app CIMA (Información cultural hecha accesible) del proyecto Erasmus+ ALLURE.
Enlace: Página web del Ayuntamiento de Mazaricos.
ITINERANCIA DE 2021.
1) AYUNTAMIENTO DE MONDOÑEDO (15 a 30 de mayo de 2021).
La villa de Mondoñedo, situada en el interior de A Mariña lucense y sobre el valle del río Masma, es el mayor conjunto monumental que encuentran los peregrinos que viajan por el Camino del Norte gallego. Es una pequeña localidad que atesora un enorme legado cultural, el punto de arranque perfecto, y allí será inaugurada el día 15 de mayo.
Lugar: Centro Comarcal Pazo de San Tomé de Mondoñedo (Rúa Julia Pardo Montenegro, 13)
Fechas y horario: Del 15 al 30 de mayo de 2021, de lunes a viernes de 9 a 15 y de 18 a 20 horas.
Enlace: Cartel anunciador e Invitación a la inauguración
2) AYUNTAMIENTO DE A FONSAGRADA (Del 4 al 29 de junio de 2021)
Conocido como Ayuntamiento de Burón hasta 1835, A Fonsagrada es uno de los puntos clave del Camino Primitivo. Esta localidad debe su nombre a la antigua fuente "sagrada", situada en el centro del casco urbano. La Fons Sacrata aparece relacionada con el fenómeno jacobeo a través de varias leyendas sobre el cuidado a peregrinos.
Lugar: Museo de A Fonsagrada (Praza do Museo, s/n)
Datas e horario: Del 4 al 29 de junio de 2021, de martes a viernes entre las 12 y las 14 horas; sábados y domingos, entre las 12 y las 14, y de las 17 a las 19 horas; lunes cerrado.
Enlace: Cartel anunciador e Invitación a la inauguración.
3) AYUNTAMIENTO DE CATOIRA (A partir del 1 de julio de 2021)
Situado a 37 kilómetros de Santiago de Compostela, en Catoira se unen la desembocadura del río Ulla y la Ría de Arousa. Entre ellas podemos encontrar la ermita dedicada al apóstol Santiago, cuyo cuerpo, según cuenta la leyenda, pasó por ese lugar camino de Santiago de Compostela.
4) AYUNTAMIENTO DE CORCUBIÓN (A partir del 16 de julio de 2021)
En la Costa da Morte es donde tiene su origen el mito jacobeo: a nuestras costas llegó el apóstol Santiago en una barca de piedra. Resulta lógico que la ruta jacobea se prolongue hoy en día hasta la Costa da Morte. Desde Santiago podemos seguir el Camino, que en Dumbría se divide en dirección Fisterra o Muxía. La última etapa del Camino por la variante de Fisterra tiene su salida desde Corcubión.
5) CONCELLO DE BAIONA (A partir do 1 de agosto de 2021)
Baiona es un ayuntamiento monumental que mantiene todo el esplendor del pasado, y uno de los puntos neurálgicos del Camino Portugués por la costa. Podemos encontrarnos con el Castillo de Monterreal, actual Parador Nacional de Turismo, cuyos fuertes muros defensivos resistieron el ataque de Francis Drake, en el siglo XVI. Además, esta villa recibió la llegada de la carabela La Pinta el 1 de marzo de 1493, con la noticia del descubrimiento del continente americano.
XURXO LOBATO, CARLOS CASARES Y EL CAMINO
Casares cumplió con el rito de la peregrinación a la tumba del Apóstol en 1992, recorriendo a pie el tramo gallego de O Cebreiro a Compostela desde el 8 al 12 de octubre. Integraba un grupo variado de quince peregrinos, de diferentes edades, con profesiones y orígenes distintos, algunos de los cuales no se conocían antes del inicio del viaje. Pese a su costumbre de compartir anécdotas en su columna diaria de La Voz de Galicia, el escritor no dejaría referencia de esta peregrinación, aunque los artículos de “Á marxe” siguieron apareciendo puntualmente durante el viaje, con otros temas y protagonistas.
Yo conté un milagro que viene en el libro de Santiago y que trata de un caballero que fue encerrado en el calabozo de un castillo, donde se encomendó al Apóstol para que lo sacara de allí, lo cual consiguió, pero haciendo que la torre se inclinara hasta el suelo para que pudiera salir andando.
(“Milagres”, Á marxe, La Voz de Galicia, 21/11/1999)
Casares amaba Santiago de Compostela con naturalidad, no en vano lo acogió durante la etapa nutricia, siendo la vieja universidad su alma mater. Durante los últimos seis años de su vida, además, le dio el mejor despacho que uno puede soñar, con las ventanas abiertas al frente de la catedral. Por eso no son escasas las referencias a la ciudad en su obra; todo el contrario, en ella encontramos textos explícitos tanto sobre su dimensión física, o geográfica, como en la dimensión mítica que le había conferido la inventio de la tumba del Apóstol.
Durante el primero año de la carrera, Casares vivió en la Avenida de Raxoi, posiblemente la avenida más corta del mundo, que arranca en la plaza del Obradoiro y finaliza, cien metros y pico más allá, en la Travesa de Fonseca, al pie de las escaleras que conducen al jardín del antiguo Colegio. El contorno de la catedral le era familiar: la torre Berenguela; la plaza de la Acibechería o la basílica misma. Tan familiar como el camino a la Facultad de Filosofía y Letras, en 1975 renombrada de Geografía e Historia; la Quintana dos Mortos y los soportales de las calles. Y más allá, la Porta do Camiño y el Monte do Gozo. Es decir, la ciudad real, piedras que sostienen, dan forma y envuelven la ciudad mítica, que resulta invisible a primera vista y surge del agua y de la luz, entre la lluvia y las sombras.
La primera vez que vi el mar fue en un viaje en tren, desde Ourense a Santiago por Redondela, allá por los años cuarenta. No recuerdo casi nada, a no ser el asombro que me produjo. Con el tiempo, entre fantasías infantiles y trozos de conversaciones escuchadas a los mayores, presumí delante de los demás niños de que había visto una ballena y cientos de tiburones. La realidad es que mi madre aseguraba que habíamos visto un par de delfines.
(“A beleza e o frío”, Á marxe, La Voz de Galicia, 7/01/1996)
El viaje es un hecho recurrente en la vida de Carlos Casares. Desde la temprana relación con Suecia, por su matrimonio con Kristina Berg, hasta los debidos a los frecuentes y variados compromisos profesionales. En consecuencia, el Camino se integra en su vida como una metáfora. Ambos implican ilusión, silencios y reflexión; esfuerzo y renuncias. El propio viaje obliga. Pero también invita al contacto personal, a compartir, a hablar. Imposible evitarlo cuando, como en su caso, confluyen la bondad y la inteligencia, sembradas de curiosidad, y la cortesía.
Curiosa vivencia esta de la edad, que requiere una peregrinación a los lugares del pasado para ser conscientes de que los años huyen y que el tópico de escritores y poetas resulta cierto.
(“Unha viaxe sentimental”, Á marxe, La Voz de Galicia, 18/07/1992)
Casares gustaba de perderse por villas y ciudades, pasear las calles y caminar los montes, observar las aguas y el cielo desde arenas y riberas. Sentarse en un café, ver gente, hablar sin prisa y acostarse tarde. El mundo es grande y hermoso de sobra. Según él, incluso en Galicia se podía hacer un mapa de reboticas célebres por sus tertulias. En Ribadavia, por ejemplo, estaba la de José María Chao, padre de un ministro de la I República. En Ourense, la tertulia de los Temes en la botica de la Plaza del Hierro. En Pontevedra, la de Perfecto Feijóo, en el número 1 de la calle Michelena, que cuando hacía buen tiempo se celebraba fuera de la farmacia, en un banco de piedra que hoy guarda el Museo de Pontevedra.
Entre pues, visitante, en la exposición como en un bosque de mundos y gente, y disfrute del Camino, porque “viajar es cómo verle las tripas al mundo”.








CARLOS CASARES. BIOGRAFÍA
Carlos Casares nació en Ourense en 1941 y falleció en Vigo (Pontevedra) en 2002. Cuando tenía tres años, su familia se mudó a Xinzo de Limia. Estudió en el Seminario de Ourense de 1952 a 1957, donde recibió una formación humanística. El ganar un concurso de relatos en Ourense le valió para conocer a Vicente Risco e incorporarse a su tertulia del Café Parque. Finalizado el Bachillerato, fue a Santiago de Compostela a cursar la carrera de Filosofía y Letras. Durante la etapa universitaria no olvidó su vocación literaria, publicando algunos relatos en la revista Grial, en 1965, y dos años después su primer libro, Vento ferido, en la editorial Galaxia. Durante un viaje conoció a Kristina Berg, una chica sueca con la que casó unos meses después. A partir de entonces Carlos viajará a Suecia con frecuencia, descubriendo una sociedad abierta, democrática y avanzada. En 1978 entró en la Real Academia Gallega, siendo en ese momento su miembro más nuevo. Además de su trabajo como ensayista, editor y traductor, Carlos Casares no descuidó la literatura y siguió publicando unos cuantos títulos con buena acogida de público y crítica, como Os escuros soños de Clío (1979); Ilustrísima (1980) y, de vuelta de una legislatura como parlamentario gallego, Os mortos daquel verán (1987), Deus sentado nun sillón azul (1996) y O sol do verán (2002). También escribió literatura infantil y juvenil.
XURXO LOBATO. BIOGRAFÍA
Xurxo Lobato (A Coruña, 1956), licenciado en Geografía e Historia. Fotoperiodista. Académico numerario de la Real Academia Galega de Belas Artes. Premio Ortega y Gasset de Él País 2003. Premio Artes Plásticas de la Cultura Gallega 2020. Premio de la Crítica Gallega 1991. Comisario del premio Luis Ksado de la Diputación de A Coruña. Ha ilustrado más de 60 libros con sus fotografías con autores como Carlos Casares, Manuel Rivas, Suso de Rodaja, Gonzalo Torrente Ballester, Ramón Villares… Su obra artística está, entre otras, en las colecciones de arte del museo Reina Sofía, IVAM, CGAC, Naturgy, MARCO, Colección Alcobendas…
ALGUNAS CITAS DE CARLOS CASARES
«Parecía estar feliz y contento, seguramente porque había terminado ya la peregrinación y cumplido con sus obligaciones religiosas en el interior de la catedral».
[“Un cura”, Á marxe, La Voz de Galicia, 29/05/1999]
«Toda esa mole monumental de granito nace del suelo, igual que una montaña o como las plantas y hierbas que crecen en la misma fachada catedralicia del Obradoiro. Compostela tiene un carácter vegetal que humaniza lo que en otro caso no sería más que la frialdad sin alma de un conjunto ordenado de piedras».
[“El milagro de Santiago”. Ronda IBERIA, Julio, 1993]
«Miras a través de la ventana y contemplas la tristeza mojada de la calle. Te quedas apoyado sobre el alféizar un momento hasta que oyes el reloj de la catedral que golpea siete veces en tu melancolía y preguntas qué haremos, Elías, hasta la hora de cenar».
[Xoguetes para un tempo prohibido, Galaxia, 1975]
«Ayer pasé el día en Santiago y había niebla. Por momentos miraba a través de la ventana del Obradoiro y las torres desaparecían, completamente borradas, como si en aquel preciso instante estuviese ocurriendo un milagro: que Dios las robase para disponer de ellas en el cielo durante unos minutos o unas horas».
[“Niebla”, Á marxe, La Voz de Galicia, 24/10/1998]
«Precisamente se encontraban juntos en el Café Derby el día en que ella lo conoció a él. Recuerda a Servando Valencia vestido con una llamativa chaqueta de cuadros hablando de la naturaleza porcina del rostro de Romanones».
[Dios sentado en un sillón azul, Alfaguara, 1996]
«Si hubiera que buscar un símbolo vivo de esta ciudad, non deberíamos pensar en el puente romano, que no es romano, por cierto, ni en las Burgas hirviendo agua, ni en el Santo Cristo, el de la barba crecida, venerado en la capilla más hermosa de la catedral. Habría que elegir más bien un espacio real a imaginario a la vez, que en este caso estaría situado en la inmediaciones de la plaza del Hierro, en el corazón de la ciudad vieja».
[“Ourense: o sabor da literatura”, O expreso da literatura, Galaxia, 2017]
«Para salir, eligió Ilustrísima una sotana sin cordón de calabrote, dulleta de merino, teja normal y zapatos sin hebilla. Pensó que de este modo podría pasar fácilmente sin ser reconocido. Bajó después rápido por las escaleras del patio interior, lo atravesó en dirección a las caballerizas, abrió la puerta de servicio del cochero, miró con tiento por si había fuera gente conocida, y salió a la Rúa de Arcedianos».
[Ilustrísima, ed. Luis de Caralt, 1986]
«Pontevedra es una ciudad literaria en el sentido de que también es una ciudad inventada».
[“Sobre cafés y tertulias en Pontevedra”, O expreso da literatura, Galaxia, 2017]
«Ayer por la mañana estuve en Baiona haciendo el vago durante una hora larga, sentado en una terraza sin más preocupación que ver pasar la gente y contemplar la hermosura del mar, lleno de barquitos, y del cielo, tan azul que parecía un cromo. Eché cuentas y ya no falta mucho para que venga Torrente Ballester, a quien extraño cada vez que me acerco a la villa».
[“As horas de Baiona”, Á marxe, La Voz de Galicia, 30/03/1997]